Pasar al contenido principal

Así sería el aeropuerto El Dorado en 10 años

Fuente: Dinero.

Odinsa avanza en el proceso de estructuración de una IP que prevé inversiones en el sistema aeroportuario de Bogotá por US$3.200 millones. Esta es la iniciativa.

Duplicar la capacidad del actual aeropuerto capitalino de 40 a 80 millones de pasajeros por año es uno de los objetivos de la Iniciativa Privada (IP) que presentó Odinsa al gobierno nacional. Se trata de un billonario y ambicioso plan de obras que requerirá de inversiones que se calculan en US$3.200 millones, una cifra solo comparable con la primera línea de metro que costaría más de US$4.000 millones.

En diálogo con Dinero, el presidente de Odinsa, Mauricio Ossa, contó detalles de la iniciativa. “Estamos planteando la construcción de una tercera pista de aterrizaje en la parte nororiental del aeropuerto, la ampliación de la terminal actual (detrás de Catam), una tercera fase que involucra una tercera terminal y, por último, la construcción y operación de El Dorado 2, que estaría ubicado en Madrid, Cundinamarca”, dijo Ossa.

Una vez concluidas todas las fases de ampliación, el aeropuerto con todas sus terminales y pistas nuevas, permitiría el paso de 80 millones de pasajeros al año, es decir, el doble de la actual capacidad. Como dato adicional, se conoció que el actual Puente Aéreo operaría como una terminal especializada para aerolíneas low cost.

En otras cifras, se pasaría de 330.000 operaciones por año a 790.000 ; de 2 a 4 pistas de aterrizaje, contando una cuarta en el aeropuerto de Madrid. Así mismo, se prevé que la infraestructura aeroportuaria de la Capital pasaría de 240.000 metros cuadrados a 400.000 metros cuadrados.

De hecho, ya no se hablaría de un aeropuerto, sino que Odinsa lo rebautiza como un Sistema Aeroportuario de Bogotá (SAB). La concesión se extendería hasta 2050 para amortizar las inversiones.

¿En qué va todo?

Odinsa viene trabajando desde hace un par de años con esta iniciativa, de lejos una de las más ambiciosas de una firma colombiana alguna en la historia. Es por ello que reclutó a pesos pesados en el mundo en la estructuración de grandes proyectos. “La parte del cierre financiero se está trabajando con Goldman Sachs, mientras que para los estudios de tráfico se contrató a Nats, una compañía especializada del Reino Unido. Estamos trabajando con el primero o segundo en el mundo, según su especialidad”, aseguró Ossa.

La propuesta ya fue presentada en fase de prefactibilidad a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), entidad que, junto con la Aerocivil, evaluarán las condiciones, tipo de obra, contraprestaciones y demás números de la IP.

“La iniciativa está en estudio por parte del Gobierno, tenemos la expectativa que antes de terminar el año estemos en una etapa de factibilidad, luego podrá pasar un año y medio o dos más, porque son muchos los estudios que hay que hacer”, aseguró el directivo. Luego de eso se abrirá una licitación pública para iniciar obras después.

Odinsa presentó otra IP en marzo de 2017 para operar las dos pistas del aeropuerto El Dorado, que hasta hace un tiempo estaban en manos de Codad, una firma española. “Esta es otra IP que va en una fase más avanzada. La idea con esta iniciativa es ejecutar 11 subproyectos, que van desde la mejora en las salidas rápidas de aviones, hasta señalizar con luces en pista la ruta que debe seguir cada avión que aterriza o decola”, explicó Ossa.

Si las dos IP que propone Odinsa prosperaran ante el Gobierno, en el año 2030 habría un solo operador para pistas y terminales. Eso tendría un efecto combinado en la medida que habría una mejor coordinación para la operación aérea, pero por otro lado establecería una especie de monopolio de toda la operación civil en Bogotá. La ANI debe evaluar ese tipo de circunstancias, pues pocas empresas en el mundo tienen la capacidad para invertir en un solo proyecto tanto dinero. En ese sentido, Odinsa recuerda que tiene el respaldo del Grupo Argos, el cual cuenta con un poderoso músculo financiero.

Sin embargo, otro punto por resolver por el Gobierno es que Odinsa no incluyó en sus iniciativas la construcción del tren eléctrico que comunicaría los dos aeropuertos, el actual con el nuevo de Madrid. Lo que sí presentó fue una tercera IP para construir una moderna vía perimetral que comunicaría a Soacha con Chía. 

La ampliación del aeropuerto de Bogotá requiere de estudios juiciosos, pero también es necesario que despegue cuanto antes.

El Hub de América Latina

El aeropuerto de Bogotá es hoy la puerta de entrada para América Latina. Por esta terminal se cubren más de 70 destinos y operan 32 aerolíneas.  “Este año estaremos sobre los 32 millones de pasajeros, lo que significa un crecimiento de 2,5% en pasajeros nacionales y 7,5% en internacionales”, dijo Ossa.

Como parte del mejoramiento de la operación y teniendo en cuenta las quejas por demoras en la operación, Odinsa anunció que se trabaja innovaciones que permitirán reducir los tiempos.

“En 2019 tendremos una apuesta fuerte en digitalización para evitar colas y congestiones. Es así como estamos impulsando con las principales aerolíneas un sistema utilizado en pocos aeropuertos del mundo que se llama Acdm (Airport Collaborative Decision Making, por su sigla en inglés), el cual permite optimizar la gestión entre la aerolínea y los vuelos para todo lo que es el chequeo, abordaje, tiempos de espera y demás”, explicó el presidente de Odinsa.

Fuente: Dinero.


Volver